El finde mas tranquilo de mi vida, o al menos de los últimos tres años y me lo he pasado genial. El viernes, todo apuntaba bien. Fiesta de inauguración de una discoteca, entrada gratuita y barra libre. Media hora antes de salir nos enteramos que esta gran promoción es solo para las chicas y que los que no tenemos tetas hemos de pagar 15 euros en la puerta y nada de barra libre. (Madre mía tres barras libres en el Daniels). Así que como todo estudiante de recursos limitado y con dos dedos de frente... no fui. Y me decidí cambiar todos los planes y llamar a otra gente. La gente se encontraba o bien muy lejos (y el metro cerraba en un rato) o ya de fiesta. Así que me quedé en casa, si señor. El viernes en casita HASTA, las 12 o así que me llamó Elena y me dice:
- ¿Tío dónde estas?
- En casa...
- Pues vente a la casa de Mónaco que estamos aquí.

Bien, voy para allí y me encuentro a Elena, a Laia (mu maja ella) y a un gabacho,los tres bebiendo y fumando. Con intención de coger el Nocticien e ir a un garito guapo. Pero los porros empezaron a pasar de un lado a otro, el vino, whisky,... Y nos apalancamos hasta las 5 de la mañana sin haber hecho nada.
Ayer sin embargo fue diferente, pensaba salir a un piso. Un amigo me había invitado a su casa para estrenarlo! Pero con el mapa del metro delante, me pareció un camino demasiado largo. Y pasé de ir. Lo llamé, "tío, lo siento, pero me es imposible ir porque hay mucha gente aquí" a lo que el me responde "QUE VENGAN" y le tuve que decir ... "es que somos 30". Ahí se calló, del verbo callarse.
Al colgar me llaman a la puerta, mi vecinita la yanki... pa ver una peli. Encantado accedi. Y luego a las 2 y pico el canadiense, pa fumer unos petas.
Y acabo todo...
Pero genial.
hoy, dia costroso en casa haciendo tareas y preparando cosillas del