¿Vale la pena abstraerse del amor para asegurar la fortaleza emocional?
Puede ser... Yo ahora mismo no lo se.
Lo que si que hace es que el anuncio de "lo que el dinero no puede comprar" es muy cierto. Ayer pasé la tarde bebiendo en los campos de marzo, que son los que se expanden por debajo de la torre Eiffel. Pues allí echamos toda la tarde Sandra y yo, hasta que llegó la hora de irse. Pero bueno, luego llegó la noche y tocaba intentar salir para intentar divertirnos. Lo conseguimos, después de buscar un bar en el que nos dejaran entrar por bastilla. Encontramos un lugar, de entrada gratuita, una tal Wax que creo que va a ser un lugar habitual en las fiestas.
Aguantamos hasta las seis de la mañana y nos fuimos a Montmartre, donde vimos amanecer tirados en la explanada de Sagrado Corazón. Precioso.
Al marcharnos y con un hambre insaciable, coincidimos con unos americanos que nos ofrecieron unos seis o siete panes con chocolate. Dios, eso también fue precioso... no el gesto, sino el comer como muertos de hambre, jeje, fue increible.
Hoy tenía como plan ir a ver donde reposan los restos del cantante de the doors, pero se me ha hecho un poco tarde. No se que terminaré haciendo hoy.
Estuve viendo unos cortos y os pongo uno de ellos, del que he extraido la pregunta con la que empiezo la entrada de hoy.

Aquí os lo dejo. Un saludo y abrazos